11-S Trauma

11-S Trastorno por Estrés Postraumático

Análisis de las consecuencias psicológicas del 11-S

El 11-S fue un atentado terrorista  que nos marcó a todos. Generó un Trastorno por Estrés Postraumático en una gran cantidad de personas que no estaban en Estados Unidos ese día. La mayoría recordamos dónde estábamos ese día y cómo nos enteramos del suceso.

Fue un hecho que cambió el mundo, lo revolución y generó una sensación de vulnerabilidad, sobretodo en el primer mundo.

En cierta manera aún estamos sufriendo las consecuencias de esa sensación de inseguridad. Como sociedad nos volvimos mucho más controladores.

 Primero es importante entender que un desastre es un evento o conjunto de eventos, causados por la naturaleza (huracanes, terremotos, inundaciones, etc) o por actividades humanas (incendios, terrorismo, accidentes de tráfico, etc) durante el cual hay pérdidas humanas y materiales, tales como muertos, heridos, destrucción de bienes, interrupción de procesos socioeconómicos y daños en la salud mental; además este tipo de emergencias tienen la particularidad de sobrepasar  la capacidad de respuesta local y obligan a quienes la enfrentan a pedir ayuda a entidades externas

En situaciones de desastres muchas personas, relacionadas directa o indirectamente con el suceso, van a ser consideradas como víctimas del mismo. No se reduce únicamente a aquellas que sufren daño físico, emocional o pérdida directa, sino que se extienden a muchas más. Existen varias clasificaciones de víctimas de desastres, de entre las que destaca, por su uso más extendido, la clasificación de Taylor y Frazer (1981) Actualizada en el 2009

Los tipos de víctimas son:

Víctimas primarias: expuestas al evento

Víctimas secundarias: familiares y amigos

Víctimas tercer nivel: personal de rescate y rehabilitador de la comunidad

Víctimas de cuarto nivel: cuidadores de la comunidad lejos del impacto

Víctimas de quinto nivel: testigo indirecto; medios de comunicación

Víctimas de sexto nivel: los que podrían haber sido víctimas

 

Por lo tanto todos podemos llegar a ser víctimas. En el caso del 11-S el terrorismo no solo atentó contra la integridad física de las personas, causó daños materiales, estructurales o importantes pérdidas económicas. Sino que también generó un fuerte impacto emocional en las personas afectadas, en los equipos de intervención y en la comunidad en general; acarreando importantes secuelas psicológicas a corto y largo plazo.

Entre las secuelas emocionales y traumáticas que dejó los atentados del 11-S hemos podido observar a lo largo de los años:

Trastornos de estrés postraumático

Trastornos por Estrés Agudos

Trastornos adaptativos

Trastornos de Ansiedad

Trastornos del Estado de Ánimo

Trastornos de Síntomas Somáticos

Trastorno de Ansiedad por Enfermedad

Trastornos obsesivos-compulsivos y trastornos relacionados

Es para que valoremos lo impactante que fue este suceso a nivel planetario y la mayoría de la población mundial sufrió un impacto emocional. Por este motivo la mayoría somos capaces de recordar dónde estábamos, para todos fue traumático

 

Jordi Isidro

 

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